Es la tienda que hubiese puesto Aladino si se hubiese podido quedar con el tesoro de los 40 ladrones. Alzira es un sitio en el que todo el mundo se para a ver qué tienen, porque a menudo cambian y siempre aciertan. Conozco alguna gente que ha perseguido piezas de esta tienda y otros que han comprado algunas y todos coinciden en que más que comprar un muebla, tiene algo de historia, algo de carácter, especial en sus casas.
Tienen carteles, objetos decorativos, sillas, espejos, juguetes, grandes vitrinas y aparadores de todos sitios y bien viejunos. Es por eso que dedican mucho tiempo a la restauración de las piezas y, en algunos casos (contados) te puedes llevar una pieza sin que haya sido restaurar. Eso me pasó a mí, un sábado cualquiera por la mañana, con este taburete reinsertado a mesilla que es la joya del dormitorio.